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miércoles, 20 de abril de 2016

COLMENILLA o MORCHELLA






Hoy Iker nos ha traído una seta que con su abuelo ha encontrado en el pinar.
Es la  COLMENILLA o MORCHELLA CÓNICA.



 







  











Morchella, conocidas como colmenillas, cagarrias, morillas o múrgoles, son hongos ascomicetos comestibles, caracterizados por poseer ascocarpos de aspecto reticulado. Son muy apreciadas por los gourmets franceses y españoles.

Formadas por un tronco blanquinoso que sostiene un sombrero en forma esférica, redondeada u ovoide, de 6 a 10 cm de ancho, de color paja rosado o de la miel, con una forma característica semejante a un avispero. El tronco, que también está vacío, es blanquinoso. La carne es frágil y muy escasa y prácticamente inodora.

TIPOS DE MORCHELLA:

  • La Morchella cónica, que difiere de la anterior en su porte en vez de tener el sombrero redondeado lo tiene alargado y puntiagudo, con un color mas oscuro y sus orificios están dispuestos alineados verticalmente. Crece bajo las coníferas, especialmente en zonas que han sido quemadas. 
  • La Morchella elata o colmenilla gris posee un sombrero de hasta 6 cm de altura y 3 cm de ancho de color pardo negruzco, Los alveolos que componen sus sombrero están dispuestos verticalmente aunque de vez en cuando, una de sus costilla se dispone en sentido transversal. Crece al principio de la primavera entre la maleza, por lo que es difícil de localizar. Su carne es espesa y blancuzca. Tiene un olor meloso y es una de las morchella más apreciadas. 
  • Verpa bohemica, que es una morchella simplificada y que crece en terrenos parecidos a los de la Morchella esculenta. Su tamaño es mucho mucho más pequeño que la morchella resultando inodoras, por lo que carece de interés gastronómico.

Es una especie de primavera que se puede recolectar desde marzo a mayo. Puede encontrarse bajo los árboles, preferiblemente, olmos, fresnos, manzanos etc., o entre la hojarasca a lo largo de los caminos. Le gustan los terrenos ligeros, porosos y los residuos orgánicos ricos en azúcares y almidones. Su aroma es refinado muy agradable. Es un buen comestible siempre que no se ingieran crudas.

Las colmenillas no se pueden consumir en crudo por su toxicidad (contienen hemolisinas termolábiles (TLH), proteínas que rompen las membranas celulares de eritrocitos, leucocitos y plaquetas, y que se alteran o descomponen por acción del calor), según los expertos hay que combinar el secado y la cocción, así que si son frescas, primero deben secarse, después rehidratarse (desechando el agua) y a continuación cocinarse unos 30 minutos a una temperatura entre 70 y 90º C.

De esta manera constituyen un excelente comestible por su delicado sabor y aroma exquisito, especial para salsas y saborizar comidas.


No darla a ingerir a los niños.












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