Tras la visita al Taller de los Aperos en el monasterio de La Santa Espina en Valladolid,quiero que os quede claro lo visto respecto a las ovejas castellanas.
Las dos razas vistas son:
La merina ( a la izquierda)
Su nombre procede de los "Merinos" castellanos,personas de máxima autoridad en su comarca.
Su origen se cree estuvo en Andalucía o algunas fuentes creen que sus raíces son norteafricanas de donde la trajeron los musulmanes al ocupar estas tierras.
Su cuerpo es compacto, con las patas y el cuello cortos. Su pelaje (que, a diferencia de las churras, cubre la parte superior de la cabeza) refuerza este aspecto compacto. La lana de las merinas es densa, rizada y blanquecina. Raramente presenta manchas.
La lana de la oveja merina estaba considerada la más fina y suave de todas. Esto supuso una gran riqueza para Castilla, que privilegió la cría de ovejas merinas fundando el Real Concejo de la Mesta. La Mesta llegó a poseer una red de cañadas reales (aún hoy de titularidad pública) por las cuales las ovejas tenían prioridad en sus rutas de trashumancia o migración estacional a lugares más cálidos durante el invierno.Las churras (a la derecha):
Las churras son ovejas autóctonas,de la tierra, de Castilla. Sus características físicas más reseñables son su lana larga y basta, y su cabeza desprovista de pelaje en la que destacan las habituales manchas negras en los ojos, el hocico y las orejas.Se trata de animales y resistentes, por tanto excelentes para las extremas condiciones climáticas y la escasez de pasto de la Meseta del Duero. Son muy apreciadas por su carne y su leche. Esta última es utilizada para elaborar excelentes variedades de queso.
En cuanto a la carne, precisamente el lechazo churro ( las crías que aún se alimentan de la leche de la madre) asado, es uno de los mayores manjares de la cocina castellana.
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